Milei anticipa nuevos vetos y lanza su campaña electoral mientras el Congreso pone en jaque parte del ajuste
El Gobierno nacional atraviesa un momento de tensión política tras la derrota en la Cámara de Diputados, donde la mayoría opositora aprobó proyectos que derogan cinco decretos presidenciales vinculados a la reforma del Estado, además de avanzar con leyes que incrementan el financiamiento universitario y el presupuesto del Hospital Garrahan.
Mientras el oficialismo acusa a la oposición de “demagogia electoral” y anticipa vetos presidenciales, el presidente Javier Milei inicia este jueves su campaña en Buenos Aires acompañado por sus principales candidatos legislativos, en un intento por capitalizar el conflicto con el Congreso como eje discursivo.
Qué decretos fueron rechazados y por qué son clave para el modelo libertario
Los cinco decretos derogados por Diputados forman parte del plan de desguace del Estado impulsado por Milei, especialmente desde la incorporación de Federico Sturzenegger como ministro de Desregulación y Transformación del Estado. La estrategia incluye eliminación de organismos públicos, reducción de estructuras y privatización de funciones.
Estos son los decretos rechazados:
- DNU 462/25 (Organismos de Economía): planteaba la disolución y reorganización de entes del Ministerio de Economía.
- DNU 461/25 (Organismos de Transporte): proponía cambios estructurales en la Secretaría de Transporte.
- DNU 345/25 (Organismos de Cultura): afectaba a diversas instituciones culturales.
- DNU 351/25 (Banco Nacional de Datos Genéticos): contemplaba la transformación del BNDG, generando el repudio de organismos de Derechos Humanos.
- DNU 340/25 (Marina Mercante): establecía un régimen especial para la Marina Mercante Nacional.
La votación en la Cámara Baja fue categórica, con un amplio respaldo opositor que incluyó al kirchnerismo, la UCR, el PRO disidente, la Coalición Cívica y bloques provinciales.
La respuesta de la Casa Rosada: campaña, vetos y una pulseada con el Senado
Desde la Casa Rosada anticiparon que si el Senado convierte en ley los proyectos aprobados por Diputados, Milei los vetará sin dudarlo. Esta advertencia abarca tanto al aumento en el financiamiento universitario como a la declaración de emergencia del Hospital Garrahan y otros programas de salud pública.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, aseguró que “el kirchnerismo quiere romper al Gobierno” y criticó a sectores de la oposición por “aprovechar el contexto electoral para recuperar privilegios del pasado”. Según Francos, muchos de los decretos rechazados habían sido autorizados bajo facultades delegadas incluidas en la Ley Bases, lo que para el Gobierno respalda su legalidad.
Sin embargo, la ruptura política entre Milei y la vicepresidenta Victoria Villarruel complica el panorama. En el oficialismo la acusan de «jugar para la oposición», lo que tensiona aún más el tratamiento de los DNU en el Senado, donde el kirchnerismo tiene mayoría.
Próximo capítulo: el Senado, los gobernadores y la batalla por los votos
Según el reglamento del Congreso, para anular un DNU se requiere el rechazo en ambas cámaras. Por eso, la atención ahora se traslada al Senado, donde se definirá el futuro inmediato de las reformas administrativas impulsadas por Milei.
La situación también pone en jaque los acuerdos con gobernadores que hasta ahora venían acompañando el programa económico, especialmente la UCR y bloques provinciales. En simultáneo, el Gobierno deberá defender sus vetos en proyectos sensibles como la moratoria previsional, el aumento del 7,2% a jubilados y las transferencias a las provincias, todos con fuerte impacto electoral.
En el oficialismo admiten que es muy poco probable que se pueda sesionar a favor del Gobierno hasta después de las elecciones legislativas de septiembre, lo que refuerza la estrategia de nacionalizar el conflicto y profundizar la grieta con la oposición como argumento de campaña.