A partir del martes 1 de abril, los precios de la nafta y el gasoil en todo el país sufrirán un incremento del 2%, en un contexto de caída sostenida del consumo. El ajuste responde a la actualización del impuesto a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono dispuesta por el Gobierno nacional, sumado a un incremento adicional del 1% aplicado por las empresas petroleras.
Si bien el porcentaje de aumento es menor al de meses anteriores, el impacto en el bolsillo de los automovilistas sigue siendo significativo, especialmente en un escenario económico donde las prioridades de gasto se reconfiguran constantemente.
El mercado de combustibles acumula 15 meses consecutivos de caída en las ventas. Según un informe de la consultora Politikon Chaco, en febrero de 2025 se comercializaron 1.309.505 metros cúbicos de combustible entre nafta y gasoil, lo que representa una baja del 4% interanual y del 7,9% respecto a enero. Además, se observa una tendencia creciente hacia el consumo de combustibles más económicos, en detrimento de las versiones premium, lo que afecta la rentabilidad de las estaciones de servicio.
Mientras tanto, las petroleras justifican el nuevo aumento por el encarecimiento de sus costos operativos y la aplicación del cronograma de actualización impositiva establecido por el Gobierno. La medida se enmarca dentro de un esquema de ajustes mensuales programados para el primer semestre del año.