La política formoseña ha sido testigo de muchas figuras peculiares, pero pocas tan controversiales como la diputada provincial Gabriela Neme, a quien muchos apodan “Doña Florinda”. Con una habilidad indiscutible para el show mediático, Neme parece haber transformado la legislatura en una vecindad del Chavo, un escenario donde el espectáculo y la polémica priman sobre la gestión y las soluciones reales.
Desde su llegada a la legislatura, la diputada ha demostrado una sorprendente facilidad para la crítica sin fundamento y el escándalo. Primero, reclama que todos paguen la luz mientras se queja de su factura de 85.000 pesos, una suma que ella paga con el dinero de los contribuyentes. Recordemos que cobra 10 cupos de 280.000 pesos, además de su salario como diputada, sumando cerca de 6 millones de pesos. Este ingreso no parece reflejarse en aportes constructivos, sino más bien en una constante búsqueda de protagonismo mediático.
El manejo de la pandemia de COVID-19 fue otro ejemplo de su inclinación por el «pan y circo». En lugar de colaborar para enfrentar esta crisis, Neme se dedicó a criticar desmedidamente la gestión local. Traicionando incluso a quienes le dieron su primera oportunidad política, su estrategia es clara: utilizar cualquier plataforma para atacar y descalificar, sin proponer soluciones viables.
El reciente problema del transporte público en Formosa, que dejó a los ciudadanos sin servicio durante 70 días, ha sido otro blanco de sus ataques. Sin embargo, mientras la diputada criticaba desde la comodidad de su 4×4, el municipio, bajo la gestión del intendente Jorge Jofré, trabajaba silenciosamente para resolver la situación. Gracias a una administración eficiente, se adquirieron nuevas unidades con fondos municipales, demostrando una vez más que la gestión y buena utilización de los recursos supera al ruido mediático.
Es fundamental que los políticos enfoquen sus esfuerzos en construir y aportar soluciones reales. La antipolítica, fomentada por figuras como Neme, solo socava la confianza pública y desvía la atención de los problemas reales que enfrentan los formoseños. En lugar de seguir con sus críticas vacías, sería más beneficioso que la diputada utilizara su plataforma para legislar en favor de sus conciudadanos o, si su verdadera vocación es el entretenimiento, que se dedicara al Stand-up cómico, un ámbito donde su talento para el espectáculo podría ser mejor apreciado.
Formosa necesita líderes comprometidos con el bienestar de su gente, no figuras que buscan la fama a costa del sufrimiento ajeno. El transporte público, un servicio esencial para muchos, ha vuelto a funcionar gracias a una gestión eficaz del intendente Jorge Jofré, demostrando que la administración honesta y el trabajo duro pueden superar las adversidades.
Es hora de dejar atrás el circo y trabajar juntos por una Formosa mejor.
