En un marco de recortes a nivel nacional, el Gobierno central redujo casi un 80% de las transferencias discrecionales a las provincias, una decisión que ha generado fuertes ajustes a nivel subnacional. Esta medida, alineada con las políticas que el presidente Javier Milei criticaba antes de asumir la presidencia, ha obligado a los gobiernos provinciales a aplicar recortes internos para sostener su funcionamiento.
De acuerdo con un informe de Politikón Chaco, publicado en Infobae, entre enero y octubre de este año las transferencias no automáticas a las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) se redujeron en un 76% en comparación con el mismo período de 2023, sumando un total de 1,1 billones de pesos.
CABA concentró el 41% de las transferencias recibidas, seguida por la provincia de Buenos Aires con un 31,3%, mientras que Neuquén se posicionó en tercer lugar con apenas un 3%. La mayoría de las provincias experimentaron un impacto significativo en sus ingresos, que hasta 2023 representaban alrededor de un 10% de los ingresos totales provinciales, y que este año no alcanzan siquiera el 3%.
Alejandro Pegoraro, director de Politikón Chaco, detalló que provincias como Buenos Aires, La Rioja y Chaco, que en años anteriores habían recibido mayor apoyo, ahora se encuentran entre las más perjudicadas. Frente a esta situación, se estima que los gobernadores aplicaron recortes en sus gastos en torno al 20% hacia el tercer trimestre de 2024.
«Las provincias se han visto obligadas a suspender la ejecución de programas de obra pública y a reasignar partidas presupuestarias para financiar con recursos propios programas nacionales que se han eliminado, como el FONID, lo cual profundiza el ajuste en otras áreas», expresó Pegoraro.