El presidente argentino, Javier Milei, utilizó la plataforma X para realizar fuertes acusaciones contra el expresidente Alberto Fernández. En una serie de publicaciones, Milei ordenó una serie de hechos que, según él, demuestran la corrupción, violencia de género, infidelidad y contrataciones irregulares durante el gobierno de Fernández.
Corrupción y Violencia de Género
Milei comienza señalando que el Ministerio de CH (presumiblemente el Ministerio de Hacienda o un organismo equivalente) está investigando y denunciando actos de corrupción en la contratación de seguros. Durante estas investigaciones, surge un caso de violencia de género que involucra directamente a Alberto Fernández, a quien Milei tacha de «paladín del feminismo», en un episodio de violencia física contra su pareja, Fabiola Yáñez.
Complicidad y Pandemia
A pesar de la gravedad de la acusación de violencia de género, Milei también apunta que esto no exime a Yáñez de su supuesta complicidad en las decisiones controversiales del gobierno kirchnerista, especialmente durante la pandemia. El presidente recalca que aunque el hecho de violencia es innegable, no justifica ni exonera a Yáñez de sus responsabilidades.
Infidelidad y Contrataciones Irregulares
El hilo continúa abordando un tema de infidelidad en la pareja presidencial, insinuando la posibilidad de una traición si la relación no era consensuada como abierta. Sin embargo, Milei traslada el foco al ámbito público, afirmando que si una tercera persona, involucrada en estas infidelidades, fue beneficiada con contratos financiados con fondos públicos, estaríamos ante un caso de prostitución financiada por el Estado.
Milei concluye su exposición subrayando que estos actos representan una asociación ilícita y tráfico de influencias, donde el Estado habría sido utilizado para financiar los placeres personales del expresidente. Además, acusa a periodistas de complicidad, al guardar silencio en medio de estos hechos, supuestamente a cambio de pauta estatal. El presidente remata su denuncia con una crítica a la narrativa mediática que durante el mandato de Fernández presentaba a su gobierno como los «buenos», mientras demonizaba a quienes, como Milei, abogan por una Argentina libre.
Estas acusaciones públicas de Milei reavivan la tensión política en el país, arrojando más leña al fuego en un escenario ya de por sí convulsionado por las investigaciones y revelaciones en curso.