En su columna de opinión de los días jueves en Radio 10, el ex presidente oriental habló en las previa de las elecciones generales de este domingo, y expresó su apoyo al candidato presidencial de Unión por la Patria. «Habrá cambio si tienen la capacidad de no cultivar el odio, y entender que interdependen unos de otros», dijo.
El ex mandatario del Uruguay, e histórico referente del frenteamplismo presentó su espacio de reflexiones políticas sobre América Latina centrándose en el crucial comicio presidencial que se dirimirá el domingo en la Argentina.
GS: Como todos los jueves es un gustazo escuchar con atención las palabras y reflexiones del ex presidente de la República Oriental del Uruguay, José Pepe Mujica. Buen día, ¿Cómo estamos?PM: Buen día, es un gusto poderlos saludar y naturalmente saludarlos a la distancia, y naturalmente hablar de la importancia del fenómeno electoral que tiene la Argentina para quienes como nosotros tenemos conciencia de ser del sur, de ser americanos, que sentimos obviamente que somos una comunidad que llegó tarde al proceso de desarrollo, que como tal corremos de atrás. Estamos en un mundo cuyo juego ni por asomo lo construimos nosotros. Quienes sentimos el peso histórico y soñamos con la necesidad de una América más igualitaria que les asegure comida y libertad en el sentido profundo del término que es el pasar la vida entre los nuestros y no contra los nuestros, porque somos animales gregarios. No podemos vivir como los pumas, en soledad. Somos interdependientes, pero somos a la vez individuos que necesitamos que la sociedad nos permita eso. Nos damos cuenta de lo que está en juego en Argentina, por ellos y por nosotros. Por eso he escuchado con mucha atención lo que en el fervor de la campaña electoral unos y otros dicen y si fuera argentino tendría que votar por Massa, no solo porque es mi amigo sino porque cotejo lo que dicen y prometen, y encuentro que es el único que habla de conformar un gobierno de cierta unidad nacional, de no despedazarse, de tratar de juntarse. Y le deseo suerte, con todas las dudas que yo pueda tener porque es inevitable que se tengan. Lo demás, me parece que es divorciar cada vez más la ya maltratadas entrañas del pueblo argentino que está lejos de construir un nosotros. Demasiada violencia de unos contra otros, me viene la imagen de la literatura de la Alemania de Weimar cuando como consecuencia del costo que le hicieron pagar en el Tratado de Versalles, aquella Alemania se despeñó en una hiperinflación del pueblo más culto de Europa, con una ventaja tecnológica brutal, con los hombres de ciencia y casi con la cuna de la filosofía. Y el pueblo de Alemania tomó una decisión lamentable y apuntaló a Hitler y el pueblo vivió la desgraciada aventura que hemos conocido. Uno se pregunta por qué un pueblo tan capaz, con tanta ciencia e historia.. y llegué a la conclusión de que los pueblos también se equivocan porque en la desesperación se desnortean y no quisiera que el pueblo argentino caiga en una dispara de ese tipo. Por eso digo, cotejando discursos, promesas e intenciones, le deseo a Massa que tenga suerte no porque sea mi amigo, porque lo conozco. Conozco al viejo radicalismo, y la esencia popular del viejo peronismo con todas sus heridas y todos sus matices, y sus caídas. Y sé de la capacidad del pueblo argentino que es el más premios Nobel ha tenido en nuestra América Latina, que supo ser casi la mitad del PBI de nuestra América Latina, pero sé que por ser un pueblo se puede desnortear, porque la hiperinflación lo tiene desnorteado y golpeado. Deseo de todo corazón que vuelva por lo mejor de su historia, por lo mejor de su esperanza porque sencillamente no habrá cambios con más de lo mismo, sino que habrá cambio si tienen la capacidad de no cultivar el odio, y entender que interdependen unos de otros. Y no es sembrando odio y aplastando que van a salir., sino trabajando con firmeza y cultivando un poco de esperanza. Por eso espero que las nuevas generaciones no se desnorteen, que aprendan un poco de la historia y pongan un cacho de su corazón para que el pueblo argentino encuentre un horizonte de salida que está en sus manos, en sus brazos y corazones y por encima de todas las cosas, pero si no fuera así y pasara lo contrario, volveríamos a empezar, porque lo imposible cuesta un poco más, y cultivaríamos de vuelta la esperanza y estaríamos siempre con lo mejor del pueblo argentino y de nuestra América. Tenemos una deuda con nosotros mismos por el tiempo que va a venir. Un abrazo a todos los argentinos en un momento de responsabilidad, y pase lo que pase estamos juntos. Hasta siempre y por siempre.
