En una votación que marcó un antes y un después en el debate sobre los derechos al final de la vida, la Asamblea Nacional de Francia aprobó este martes un proyecto de ley que reconoce la asistencia médica para morir en casos específicos. La iniciativa obtuvo 305 votos a favor frente a 199 en contra, con el respaldo de sectores del oficialismo macronista y de la izquierda.
Aunque todavía resta su tratamiento en el Senado —de mayoría conservadora—, el texto aprobado representa un avance sustancial en la construcción de un marco legal que contemple la posibilidad de solicitar una “sustancia letal” en contextos de enfermedad grave, incurable y con sufrimiento persistente.
La ministra de Sanidad, Catherine Vautrin, manifestó su confianza en que el proyecto pueda ratificarse antes de las elecciones presidenciales de 2027. Por su parte, el presidente Emmanuel Macron celebró el resultado de la votación y lo calificó como “un paso importante”, remarcando la necesidad de respetar las diversas sensibilidades que atraviesan este debate.
Criterios estrictos para acceder a la asistencia médica para morir
El proyecto establece que el acceso al procedimiento estará sujeto a cinco criterios acumulativos, entre ellos:
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Padecer una enfermedad grave, incurable y en etapa avanzada.
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Experimentar sufrimientos físicos o psíquicos constantes —aunque se aclara que el sufrimiento psicológico por sí solo no basta—.
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Encontrarse físicamente incapacitado para llevar a cabo el acto por sí mismo.
Además, la evaluación deberá ser realizada por un equipo médico interdisciplinario que incluya al menos un especialista en la patología del paciente y un cuidador involucrado en su tratamiento. En caso de aprobarse, la ley también contempla sanciones para quienes obstruyan el proceso, con penas de hasta dos años de prisión y multas de 30.000 euros.
Un debate de fondo que interpela a toda Europa
Pese al intento de los bloques de derecha y extrema derecha de frenar la iniciativa, el proyecto logró una amplia mayoría, reflejando un cambio en la percepción social y política sobre el derecho a decidir sobre la propia vida en circunstancias extremas.
Con este avance, Francia se suma a otros países europeos que ya discuten o han legislado sobre la eutanasia y el suicidio asistido, en un escenario donde la autonomía personal, la dignidad y el respeto por el sufrimiento humano se convierten en ejes centrales de las políticas de salud pública.