El peronismo logró un contundente triunfo en las elecciones bonaerenses al alcanzar el 47,2% de los votos, superando por amplio margen a La Libertad Avanza, que obtuvo el 33,7%. El resultado no solo reconfigura el escenario político inmediato, sino que también proyecta a Axel Kicillof como figura central dentro del movimiento y posible candidato presidencial de cara a 2027.
Kicillof, el gran ganador
El gobernador bonaerense apostó por desdoblar la elección provincial de la nacional, una jugada que generó tensiones con Cristina Kirchner y con La Cámpora. La estrategia terminó dándole la razón: no solo venció a Javier Milei, sino que también se impuso dentro de su propio espacio, consolidando liderazgo y autonomía.
Desde el búnker de Fuerza Patria, la militancia celebró al grito de “Es para Axel, la conducción” y “Se siente, Axel presidente”, instalando su nombre en la carrera presidencial hacia 2027.
Milei, golpeado pero en pie
Para Javier Milei, el resultado significó la primera gran derrota electoral desde su meteórico ascenso a la política. Con un tono más moderado que el habitual, el presidente ratificó el rumbo de su gestión, pero adelantó que habrá ajustes en la estrategia.
En un gesto simbólico, Milei volvió a poner en el centro a su asesor de confianza, Santiago Caputo, relegado en las últimas semanas. En cambio, la frialdad con la que trató al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, expuso tensiones en la mesa chica del oficialismo.
La tercera vía, sin lugar en la polarización
El espacio Somos Buenos Aires, encabezado por Juan Schiaretti e integrado por sectores del radicalismo, peronistas no kirchneristas y referentes de la ex Juntos por el Cambio, no logró romper la polarización. Quedó en un lejano tercer lugar, apenas por encima del Frente de Izquierda.
El pobre desempeño ratifica una tendencia ya instalada: las propuestas de centro no logran consolidarse frente a la fuerza de los dos polos que hoy concentran el 80% del electorado.
Con estos números, el peronismo celebra su victoria, Milei revisa su estrategia y el mapa político nacional se encamina hacia un escenario cada vez más marcado por la polarización.