Sergio Massa, Patricia Bullrich, Javier Milei, Juan Schiaretti y Myriam Bregman presentaron sus principales propuestas sobre los tres ejes temáticos dispuestos por la Cámara Nacional Electoral: economía, educación y derechos humanos. Hubo críticas a algunas medidas del ideario libertario y posturas antagónicas en DDHH.
Mucho antes, en el primer bloque del debate, Massa había pedido disculpas por «los errores de este Gobierno que lastimaron a la gente» y se comprometió a desarrollar una «moneda digital argentina», a impulsar una ley de blanqueo y a modificar el sistema penal para establecer «cárcel a los evasores y a los que fugan», entre otras medidas direccionadas al «desarrollo exportador» y a la reducción de impuestos para «pymes y economías regionales».
Massa hizo hincapié en más de una oportunidad en que Argentina «heredó (del Gobierno de Mauricio Macri) un acuerdo criminal con el FMI, que es inflacionario» y advirtió que recién cuatro meses atrás pudieron establecerse modificaciones.
Con todo, su presentación estuvo apoyada principalmente en propuestas: anunció que envió al Congreso un proyecto de ley para subir de 6 a 8 puntos del PBI la inversión mínima en educación, con objetivos como «la construcción de 731 centros de desarrollo infantil y jardines de infantes; un plan de alfabetización de primer a tercer grado; a incorporación de robótica, programación e inteligencia artificial como materias en cuarto y quinto año y la duplicación de escuelas técnicas».
También propuso impulsar un «1,5 del PBI» para «ampliar la oferta universitaria» y un «fondo» dentro de los 8 puntos educativos para el «presentismo», de forma tal de garantizar a «los pibes y a los maestros» en las aulas.
Con una renovada postura moderada, Milei apeló a sus eslogans y promesas de campaña: aseguró que si llega a la Presidencia, los argentinos podrán tener «en 15 años los niveles de vida de Italia y Francia, en 20 años los de Alemania y en 25, los de Estados Unidos», consideró «chantas» a los asesores económicos de Bullrich, centró sus críticas en la emisión monetaria, reeditó su postura «negacionista» de la represión en Argentina, pidió perdón por sus agravios al Papa Francisco y admitió que el dirigente Luis Barrionuevo también es parte de la «casta» sindical.
Bregman hizo gala de un discurso efectista para desmarcarse del resto de los contrincantes, ratificó las banderas históricas de la izquierda y apuntó dardos hacia los otros cuatro adversarios, pero eligió la mayoría de las pulseadas -en los tramos de «derecho a réplica» o en el segmento de preguntas individuales- con Milei, al que definió como «un gatito mimoso del poder económico» y con Bullrich, a quien cuestionó por su «política de represión», a la que hizo responsable de las muertes de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel.
Buscó pulsear con el candidato libertario, en la disputa por los votos más conservadores del electorado, y le advirtió que los únicos tres países que no tienen un Banco Central son «paraísos fiscales».
«Voy a borrar del mapa la inflación, con decisión política, temperamento y el coraje para los cambios», aseguró y resaltó la figura de su potencial ministro de Economía, Carlos Melconian.
«Orden económico y equilibrio fiscal y el país arranca», fue la acotada respuesta que Bullrich ensayó cuando fue instada por Milei a explicar cómo encausará los problemas económicos de la Argentina.
Luego, reivindicó por igual a los «muertos de la dictadura, tanto civiles como militares», defendió a las fuerzas de seguridad y acusó a piqueteros y a los sindicatos de ser responsables de que esté «rota la convivencia democrática».
En tanto, la exposición de Schiaretti estuvo permanentemente referenciada en su gestión al frente del Gobierno de Córdoba y aseguró ser capaz de implementar el mismo «equilibrio fiscal» logrado en la provincia y resolver la inflación. Su mensaje fue en contra la llamada «grieta» y en favor del federalismo.
Cuestionó por igual al Gobierno y a la anterior gestión de Cambiemos porque -dijo- ambos aumentaron la pobreza-, reclamó mayor federalismo, propuso «desdoblar el tipo de cambio» y se quejó de los «impuestos confiscatorios al interior».
La pulseada televisiva, que suma tensión y expectativas al tramo final de la campaña, incluyó también comentarios irónicos, tanto de Bregman como de Bullrich, en la única sintonía entre ambas candidatas, sobre la repentina renuncia del jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde.
Al abandonar el Centro de Convenciones Forum, donde se desarrolló el debate, Massa expresó sobre Insaurralde: «Cometió un grave error, renunció y tiene que renunciar a la candidatura también en Lomas», donde se postula para concejal.
Así como hoy la Universidad Nacional de Santiago del Estero estuvo a cargo de los preparativos del encuentro, el domingo próximo (8 de octubre) será el turno del segundo debate, en la facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.
En esta primera oportunidad actuaron como moderadores los periodistas Rodolfo Barili, Evangelina Ramallo, Esteban Mirol y Lucila Trujillo.