Inicio Formosa24 Corrientes: el gobernador Gustavo Valdés eligió a su hermano como candidato a...

Corrientes: el gobernador Gustavo Valdés eligió a su hermano como candidato a sucederlo

66

El radicalismo busca perpetuarse en el poder con una maniobra que roza el nepotismo político. Sin embargo, los medios nacionales miran para otro lado.

El actual gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés (UCR), confirmó en las últimas horas que su elegido para disputar la gobernación en las elecciones del próximo 31 de agosto será su hermano, Juan Pablo Valdés, intendente de Ituzaingó. La noticia generó revuelo en el ámbito político provincial y, al mismo tiempo, puso en evidencia una vez más la doble vara con la que se analiza la política en Argentina.

La decisión, más allá de su legalidad, genera fuertes cuestionamientos éticos y democráticos: el mandatario correntino busca traspasar el poder a un familiar directo, sin competencia interna ni debate dentro de su espacio político. La maniobra fue avalada por la alianza gobernante “Vamos Corrientes”, que lleva más de dos décadas en el poder.

Paradójicamente, esta jugada apenas fue mencionada por los principales medios de alcance nacional, que habitualmente se muestran muy críticos cuando casos similares —o incluso más leves— ocurren en provincias como Formosa.
¿Qué pasaría si Gildo Insfrán anunciara que su sucesor será un hermano o un pariente directo?
Seguramente la reacción sería inmediata, con portadas, columnas de opinión y editoriales condenando el supuesto “modelo feudal”. Sin embargo, en este caso, reina el silencio.

La política argentina está repleta de casos en los que el poder se transmite de forma hereditaria, a través de vínculos familiares, alianzas cerradas o listas digitadas. Lo que varía es la tolerancia mediática y el color político del que lo lleva adelante.

En Corrientes, la supuesta “república” y la alternancia institucional se convierten en un formalismo: lo cierto es que, con esta decisión, la familia Valdés intenta consolidar un esquema de poder dinástico, con apoyo del radicalismo nacional y en alianza con sectores del PRO y del oficialismo libertario.

Mientras tanto, los discursos sobre transparencia, institucionalidad y republicanismo parecen aplicarse solo cuando conviene.