A pesar de una notable reducción en la demanda de combustibles, se anticipa un nuevo incremento del 3% en los precios para agosto, en línea con los ajustes mensuales. La medida responde a aumentos en impuestos, devaluación del dólar y ajustes en biocombustibles.
Durante el primer semestre de 2024, los combustibles se encarecieron más de un 60%, y llenar hoy el tanque de un vehículo, dependiendo de su modelo y el tipo de nafta o gasoil que utilice, ronda y supera los 45.000 pesos. En muchos casos, los conductores consumen más de un tanque al mes, lo que agrava la situación económica para las familias y empresas.
A pesar de una significativa caída en las ventas de combustibles, se prevé un nuevo aumento en los precios a partir de principios de agosto. La suba entraría en vigencia la próxima semana, aunque el porcentaje aún no ha sido oficializado por el Gobierno nacional, se estima que sería de un 3% en promedio.
La actualización en los valores responde mes a mes al incremento parcial en el impuesto a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC) de apenas el 1%, junto a la devaluación mensual del dólar y al ajuste en el precio de los biocombustibles, como sucedió el mes pasado.
La situación ha generado preocupación en distintos sectores de la economía, ya que el constante incremento en el precio de los combustibles impacta directamente en los costos de producción y transporte, generando un efecto cascada que afecta a toda la cadena de valor. Las autoridades nacionales han señalado que los ajustes son necesarios para mantener la estabilidad fiscal y económica del país, pero los consumidores y empresarios reclaman medidas que alivien la carga económica que esto representa.