Hoy se cumple una década desde la partida de Roberto Aguedo Oviedo, un icónico conductor televisivo formoseño que dejó una huella imborrable en la comunidad. Roberto Oviedo, nacido el 5 de febrero de 1955, falleció a los 59 años en 2014 tras una dura batalla contra una neumonía que lo mantuvo internado durante varios días en el Hospital de Alta Complejidad.
Oviedo, conocido por su programa «El Show de Roberto Oviedo», era un rostro familiar en la televisión formoseña y una figura querida por muchos. Su estado de salud se agravó significativamente un lunes, después de haber trabajado el domingo anterior en su programa habitual, un esfuerzo que, según medios locales, le habría costado caro. Los dolores en el pecho que había estado experimentando los días previos culminaron en su internación.
La comunidad recuerda a Oviedo no solo por su presencia en la pantalla, sino también por su cercanía con la gente. Era «la figura más importante en lo popular», según sus allegados, un hombre que, aunque a veces divisivo, lograba conectar con el público a través de su amor y alegría. Su trayectoria, sin embargo, no estuvo exenta de desafíos. Sufría de diabetes y había pasado por tres operaciones de bypass cardíaco, según relataron sus familiares.
A pesar de su divorcio y de haberse mudado del barrio Itatí al barrio Obrero, Roberto Oviedo mantuvo su influencia y carisma. Además de su trabajo en televisión, era dueño de Radio Fantástica, una emisora que reflejaba su pasión por la comunicación y su deseo de mantenerse cercano a la audiencia.
En este día, diez años después de su partida, Formosa rinde homenaje a un hombre cuya vida estuvo marcada por su dedicación al entretenimiento y su inquebrantable vínculo con la comunidad. Roberto Oviedo permanece en la memoria colectiva como un ícono de la televisión formoseña, cuya vida y legado siguen siendo recordados con cariño y respeto.